Publicado el mayo 15, 2024

La ansiedad antes de una cirugía no es un enemigo a vencer, sino una energía que puede canalizar para convertirse en un socio activo de su propia seguridad.

  • Entender la seguridad real de la anestesia moderna y cómo sus acciones (ayuno, higiene) contribuyen directamente a ella.
  • Preparar su mente y su entorno para la espera, transformando horas de incertidumbre en un tiempo de calma controlada.

Recomendación: Hable con su anestesista no solo para recibir información, sino para establecer un plan de colaboración activa para su bienestar.

La noticia de una cirugía programada suele traer consigo una mezcla de esperanza y temor. Mientras se visualiza el alivio de un problema de salud, una sombra de ansiedad comienza a crecer: el miedo al quirófano, a la anestesia, a lo desconocido. Es una sensación completamente normal y humana. En mi experiencia como anestesista, he visto cómo esta inquietud puede manifestarse en insomnio, nerviosismo y un sinfín de preguntas que parecen no tener respuesta.

A menudo, los consejos que se reciben son bienintencionados pero genéricos: «intente relajarse», «piense en otra cosa», «todo saldrá bien». Si bien la respiración profunda y la distracción son herramientas útiles, no abordan la raíz del problema: la sensación de pérdida de control. Muchos pacientes se sienten como pasajeros pasivos en un proceso complejo, y es esa pasividad la que alimenta el miedo.

Pero, ¿y si la clave no fuera simplemente suprimir la ansiedad, sino transformarla? ¿Y si pudiera ver cada paso de la preparación no como una orden médica, sino como una acción directa que usted toma para garantizar su propia seguridad? Este es el enfoque que cambia las reglas del juego. No es usted un paciente temeroso, sino un socio proactivo en su propio cuidado. Su preparación es tan crucial como la habilidad del cirujano o la precisión de mis fármacos.

A lo largo de este artículo, le guiaré a través de las dudas más comunes, no solo dándole instrucciones, sino explicando el «porqué» médico detrás de cada una. Comprenderá que cada acción que realiza, desde el ayuno hasta la elección de su música, es una forma de tomar el control y colaborar activamente con el equipo que cuidará de usted. Juntos, convertiremos la incertidumbre en confianza.

Para ayudarle a navegar por esta información crucial, hemos estructurado el artículo en secciones claras que abordan sus principales preocupaciones. Puede leerlo de principio a fin o saltar directamente a la pregunta que más le inquieta.

Miedo a no despertar: ¿por qué la anestesia actual es más segura que viajar en coche?

Permítame abordar directamente el miedo más profundo y extendido: «Doctor, ¿y si no me despierto?». Es una pregunta que escucho constantemente en la consulta preanestésica. La imagen que el cine ha creado de la anestesia, como un interruptor binario de «encendido/apagado» con un alto riesgo, está muy alejada de la realidad médica actual. Para ponerlo en perspectiva, los datos son contundentes. La seguridad de la anestesia ha avanzado de tal manera que el riesgo de una complicación grave directamente atribuible a ella es extraordinariamente bajo.

De hecho, según datos actualizados, la mortalidad relacionada con la anestesia en países con sistemas sanitarios avanzados como España es de aproximadamente 1 caso por cada 150.000-200.000 anestesias. Esto significa que estadísticamente es mucho más arriesgado el trayecto en coche que realiza para llegar al hospital que el procedimiento anestésico en sí. Este nivel de seguridad no es fruto de la casualidad, sino de décadas de avances en monitorización continua, fármacos más seguros y predecibles, y protocolos de seguridad estandarizados que se aplican a cada paciente sin excepción.

Durante la cirugía, usted no está simplemente «dormido». Está bajo la vigilancia constante de un anestesista y, a menudo, de personal de enfermería especializado. Monitorizamos su ritmo cardíaco, presión arterial, nivel de oxígeno en sangre, temperatura y función respiratoria en tiempo real. Somos capaces de detectar y corregir cualquier desviación mucho antes de que se convierta en un problema. Entender esto es el primer paso para transformar el miedo irracional en una confianza basada en hechos. Su papel activo aquí es preguntar. Prepare una lista de dudas para su consulta preanestésica; un paciente informado es siempre un paciente más seguro y tranquilo.

Ayuno de líquidos y sólidos: ¿puedo beber un sorbo de agua o lavarme los dientes antes de operar?

El ayuno preoperatorio es, quizás, una de las indicaciones que más ansiedad y dudas genera. «¿Ni siquiera un sorbo de agua?», «¿Y si tengo la boca seca?», «¿Puedo lavarme los dientes?». La respuesta corta a esta última es sí, puede lavarse los dientes con cuidado de no tragar agua. Pero para las otras preguntas, la norma es estricta, y entender el porqué es fundamental para su seguridad. El ayuno no es una regla arbitraria para incomodarle; es su primera y más importante contribución activa para prevenir una complicación grave llamada broncoaspiración.

Cuando usted está bajo los efectos de la anestesia, los reflejos protectores de su vía aérea, como la tos, se ven disminuidos. Si su estómago no está completamente vacío, existe el riesgo de que el contenido gástrico (alimentos o líquidos) refluya hacia el esófago y sea aspirado hacia los pulmones. Esto puede causar una neumonía química severa, una complicación potencialmente mortal. Por ello, seguir las pautas de ayuno es innegociable. El protocolo estándar, como el que aplican los hospitales del grupo Quirónsalud, se basa en guías internacionales y suele ser de ocho horas para alimentos sólidos y seis horas para líquidos claros (como agua o infusiones sin leche).

Este protocolo está diseñado para asegurar que su estómago esté vacío en el momento de la inducción anestésica, minimizando el riesgo casi a cero. Piense en el ayuno no como una privación, sino como su «protocolo de seguridad personal». Al cumplirlo rigurosamente, usted está colaborando directamente con el equipo de anestesia para proteger sus pulmones y garantizar un procedimiento sin incidentes. Es una de las acciones más poderosas que tiene a su alcance para tomar el control.

Detalle de un vaso de agua cristalino junto a un reloj de pared mostrando el tiempo de ayuno preoperatorio

Como puede ver en esta imagen, el tiempo es un factor crucial. Respetar estas horas de ayuno es un acto de responsabilidad y autocuidado que marca una gran diferencia en la seguridad de todo el proceso. Hable con su anestesista si tiene dudas sobre un caso concreto, como la medicación matutina, pero nunca rompa el ayuno por su cuenta.

Fumar y cicatrización: ¿por qué dejar el tabaco 4 semanas antes reduce sus complicaciones a la mitad?

Si usted es fumador, es probable que haya escuchado el consejo de dejar de fumar antes de la cirugía. Sin embargo, muchos pacientes subestiman la importancia crítica de esta recomendación, viéndola como un consejo de salud general más que como una medida de seguridad preoperatoria específica. La realidad es que el tabaco es uno de los mayores enemigos de una cirugía exitosa. No solo es responsable de un número alarmante de problemas de salud crónicos, ya que el tabaco causa actualmente en España unas 52.000 muertes anuales, sino que su impacto en el perioperatorio es directo y severo.

Fumar afecta a su cuerpo de dos maneras principales que comprometen el resultado de la cirugía. Primero, el monóxido de carbono del humo del cigarrillo se une a la hemoglobina de su sangre, reduciendo drásticamente la capacidad de esta para transportar oxígeno. Una buena oxigenación de los tejidos es vital para la cicatrización. Segundo, la nicotina es un potente vasoconstrictor, lo que significa que estrecha los vasos sanguíneos pequeños, disminuyendo aún más el flujo de sangre y oxígeno a la herida quirúrgica. El resultado es un riesgo significativamente mayor de infección de la herida, retraso en la cicatrización, y complicaciones respiratorias y cardíacas.

La buena noticia es que usted tiene el poder de cambiar drásticamente este panorama. Está médicamente demostrado que dejar de fumar tan solo cuatro semanas antes de la intervención puede reducir las complicaciones postoperatorias a la mitad. Cada día sin fumar mejora la capacidad de su sangre para transportar oxígeno y restaura la función de los pequeños vasos sanguíneos. Dejar el tabaco no es un sacrificio, es la inversión más rentable que puede hacer en el éxito de su propia operación. En España, existen numerosos recursos para ayudarle:

  • Línea gratuita 24h de la AECC: 900 100 036, un apoyo constante y accesible.
  • Talleres presenciales y online: La Asociación Española Contra el Cáncer ofrece programas estructurados.
  • App Respirapp: Una guía personalizada en su móvil para gestionar el proceso.
  • Programas en Atención Primaria: Su médico de cabecera puede orientarle sobre opciones disponibles en su centro de salud.
  • Tratamiento farmacológico: Fármacos como la vareniclina pueden tener financiación por el Sistema Nacional de Salud (SNS) bajo prescripción.

Ducha con antiséptico: ¿cómo lavar su cuerpo la noche antes para evitar infecciones en quirófano?

Una de las principales preocupaciones en cualquier cirugía es el riesgo de infección de la herida quirúrgica. Aunque los quirófanos son entornos estériles, nuestra propia piel es el hogar de millones de bacterias. La mayoría son inofensivas en su lugar habitual, pero pueden causar una infección grave si acceden a una herida abierta. Aquí es donde usted, como paciente, desempeña un papel fundamental y activo en su propia protección. La ducha con un jabón antiséptico (generalmente a base de clorhexidina) la noche anterior y/o la mañana de la cirugía es una medida de probada eficacia para reducir drásticamente la carga bacteriana de su piel.

Este procedimiento no es una simple ducha; es un tratamiento cutáneo que crea una barrera protectora. Al seguir el protocolo correctamente, usted se convierte en la primera línea de defensa contra las infecciones postoperatorias. Esta acción, lejos de ser una molestia, puede proporcionar una gran sensación de control y tranquilidad, como refleja la experiencia de muchos pacientes.

El protocolo de ducha con clorhexidina fue explicado detalladamente durante mi consulta preanestésica. Saber que estaba tomando medidas activas para prevenir infecciones me dio sensación de control y redujo mi ansiedad sobre posibles complicaciones postoperatorias.

– Paciente anónima, estudio sobre prevención de infecciones

Para que este paso sea efectivo, es crucial seguir las instrucciones con precisión. No se trata solo de usar un jabón especial, sino de aplicarlo de la manera correcta para maximizar su efecto. A continuación, le presentamos el plan de acción detallado para realizar su protocolo de seguridad personal.

Su plan de acción: Ducha antiséptica preoperatoria

  1. Lavar el cabello primero: Utilice su champú habitual para lavar y aclarar el pelo antes que nada, para que los restos de champú no caigan sobre la piel ya tratada.
  2. Aplicar el antiséptico: Con el grifo cerrado, aplique el jabón de clorhexidina generosamente desde el cuello hacia abajo, evitando la cara y los genitales si no se le indica lo contrario.
  3. Focalizar en zonas clave: Preste especial atención a los pliegues de la piel (axilas, ingles) y, sobre todo, a la zona donde se realizará la incisión quirúrgica.
  4. Respetar el tiempo de actuación: Deje que el jabón actúe sobre la piel durante 2-3 minutos. Este es el tiempo necesario para que el antiséptico elimine eficazmente las bacterias.
  5. Aclarado y secado: Aclare el cuerpo con abundante agua y séquese con una toalla limpia, recién lavada. No se frote vigorosamente. Después, vístase con un pijama limpio y duerma con sábanas limpias.

Horas en la habitación: ¿qué llevar para distraerse mientras espera que le bajen a quirófano?

Las horas de espera en la habitación del hospital, justo antes de ser llamado a quirófano, suelen ser el momento de máxima ansiedad. El ayuno ha comenzado, la preparación física está hecha y solo queda esperar. Es en este vacío temporal donde la mente tiende a disparar los peores escenarios. La estrategia aquí no es simplemente «distraerse», sino crear conscientemente una burbuja de calma personal. No se trata de negar el miedo, sino de gestionar activamente su entorno y su foco de atención para que la ansiedad no tome el control.

Piense en este tiempo como una oportunidad para centrarse y prepararse mentalmente. Lo que lleve consigo en su «kit de calma» puede marcar una diferencia abismal. Olvídese de intentar trabajar o de leer algo complejo; opte por elementos que le proporcionen confort, familiaridad y una distracción ligera. El objetivo es ocupar los sentidos de una manera agradable y reducir el espacio mental disponible para los pensamientos negativos. Aquí tiene una lista de elementos probados, adaptados al contexto cultural español, que puede preparar para transformar la espera:

  • Auriculares con una playlist preparada: Música relajante, instrumental o sus canciones favoritas que le transmitan buenas sensaciones. Fundamental para aislarse del ruido del hospital.
  • Podcasts de entretenimiento: Programas como ‘Nadie Sabe Nada’ ofrecen un humor blanco y absurdo que puede ser un excelente antídoto contra la ansiedad. Si prefiere algo más introspectivo, ‘Entiende Tu Mente’ puede darle herramientas de gestión emocional.
  • Meditación guiada: Aplicaciones en español como Petit BamBou o Headspace tienen sesiones específicas para la ansiedad o la preparación de eventos estresantes.
  • Lectura ligera: Un libro que ya conozca y le guste, o una revista sobre sus aficiones. Algo que no requiera gran concentración.
  • Anclaje de identidad: Fotos de sus seres queridos o un pequeño objeto con valor sentimental. Estos elementos le recuerdan quién es usted más allá de ser un «paciente», conectándole con su vida y sus afectos.
  • Ejercicios de respiración: Tenga anotada la técnica 4-7-8 (inhalar durante 4 segundos, sostener 7, exhalar durante 8) para poder recurrir a ella fácilmente.

Además, es crucial designar a un «portavoz familiar». Informe a su familia y amigos de que una sola persona será la encargada de recibir y transmitir la información del hospital. Esto le liberará de la presión de tener que responder a múltiples mensajes y llamadas, permitiéndole centrarse en su calma.

Vapeadores como alternativa: ¿ayuda para dejar de fumar o nuevo daño pulmonar?

En la búsqueda de alternativas al tabaco, muchas personas han recurrido a los cigarrillos electrónicos o vapeadores, a menudo bajo la creencia de que son una opción inofensiva o un método eficaz para dejar de fumar. Como anestesista, mi deber es ser categórico: esta es una percepción peligrosa y errónea, especialmente en el contexto de una cirugía. Los vapeadores no son vapor de agua inocuo; contienen un aerosol de partículas finas, nicotina (en la mayoría de los casos), saborizantes y otras sustancias químicas cuyo impacto a largo plazo aún se está estudiando, pero cuyo daño pulmonar agudo ya está documentado.

Las principales sociedades médicas y organizaciones de salud en España, como la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), mantienen una postura muy clara al respecto. No solo no se consideran una herramienta probada para la cesación tabáquica, sino que representan un riesgo por sí mismos.

No existen evidencias sólidas hasta la fecha que apoyen que el uso de cigarrillos electrónicos sea una herramienta efectiva para dejar de fumar.

– Asociación Española Contra el Cáncer, Posicionamiento oficial sobre cigarrillo electrónico

El uso de vapeadores puede causar inflamación en las vías respiratorias, lo que aumenta el riesgo de complicaciones pulmonares durante y después de la anestesia, de forma similar al tabaco convencional. Además, la mayoría de los líquidos de vapeo contienen nicotina, que, como ya hemos visto, perjudica la cicatrización. El preocupante auge de su consumo, sobre todo entre los jóvenes, es un problema de salud pública. Según la encuesta ESTUDES, en España un 54,6% de estudiantes de 14-18 años ya los han probado. Esto demuestra la normalización de un hábito que está lejos de ser seguro. Si se enfrenta a una cirugía, la recomendación es inequívoca: cese por completo el consumo de tabaco y de cualquier tipo de vapeador, con o sin nicotina, al menos cuatro semanas antes.

Hipérico y pastillas: el peligro de anular su medicación con infusiones «naturales»

En el esfuerzo por calmar la ansiedad preoperatoria, es muy común recurrir a remedios «naturales» como infusiones de valeriana, tila, pasiflora o suplementos de hipérico (Hierba de San Juan). La percepción general es que, al ser de origen vegetal, son inofensivos. Esta es una de las ideas erróneas más peligrosas con las que nos encontramos en la consulta de preanestesia. La realidad es que muchas de estas plantas medicinales contienen principios activos muy potentes que pueden interferir gravemente con los fármacos anestésicos y con su medicación habitual.

El hígado es el encargado de procesar y eliminar la mayoría de los medicamentos y sustancias que ingerimos, a través de un complejo sistema de enzimas conocido como citocromo P450. Podemos imaginarlo como una serie de «autopistas metabólicas». Tanto los fármacos anestésicos como los compuestos de muchas plantas medicinales utilizan estas mismas autopistas. Si usted ha estado tomando hipérico, por ejemplo, puede que estas vías estén «saturadas» o, por el contrario, «aceleradas», alterando de forma impredecible cuánto tiempo permanecerá un anestésico en su cuerpo. Esto puede llevar a que el efecto de la anestesia sea insuficiente o excesivamente prolongado.

Otras plantas como la valeriana o la pasiflora pueden potenciar el efecto de los sedantes, aumentando el riesgo de una sedación postoperatoria profunda y prolongada. Por esta razón, la transparencia total con su anestesista es absolutamente crucial. No omita ninguna información, por insignificante que le parezca. Su seguridad depende de que tengamos el mapa completo de todo lo que su cuerpo está procesando.

A continuación, le presentamos una tabla con algunas de las interacciones más comunes, basada en análisis de plantas medicinales y anestesia, para ilustrar la importancia de suspender su consumo antes de la cirugía.

Interacciones de plantas medicinales populares en España con anestésicos
Planta medicinal Uso popular Interacción con anestesia Tiempo de suspensión recomendado
Hipérico Depresión leve Altera metabolismo de anestésicos 2 semanas antes
Valeriana Ansiedad, insomnio Potencia sedantes 1 semana antes
Pasiflora Nerviosismo Aumenta sedación 1 semana antes
Tila Relajación Interacción con benzodiacepinas 48-72 horas antes

Puntos clave a recordar

  • Su rol es activo: cada paso de la preparación (ayuno, higiene, cese del tabaco) es una contribución directa a su propia seguridad.
  • La anestesia moderna es un procedimiento de muy bajo riesgo gracias a la tecnología y protocolos; su miedo es comprensible, pero los datos ofrecen tranquilidad.
  • La transparencia total con su anestesista sobre medicación, suplementos «naturales» y hábitos es innegociable para un procedimiento seguro.

Laparoscopia vs Cirugía Abierta: ¿cuánto tiempo de recuperación ahorra realmente la técnica moderna?

Una fuente común de ansiedad es la incertidumbre sobre la técnica quirúrgica que se utilizará. Muchos pacientes llegan a la consulta con la idea preconcebida de que la laparoscopia (cirugía mínimamente invasiva) es siempre «mejor» que la cirugía abierta tradicional, y se preocupan si su cirujano opta por esta última. Es importante desmitificar esta idea. No existe una técnica inherentemente «buena» y otra «mala»; existe la técnica «adecuada» para cada paciente y cada patología concreta. La elección la realiza el cirujano buscando el mejor resultado oncológico o funcional y la mayor seguridad para usted.

Si bien es cierto que la laparoscopia generalmente se asocia con incisiones más pequeñas, menos dolor postoperatorio y una recuperación potencialmente más rápida, no siempre es la mejor opción. En cirugías complejas, la cirugía abierta puede ofrecer una mejor visión y control al cirujano, lo que se traduce en un procedimiento más seguro. Obsesionarse con el «tipo» de cirugía es un foco de ansiedad improductivo. El verdadero antídoto contra la incertidumbre es cambiar la pregunta: en lugar de «¿me operarán por laparoscopia?», la pregunta clave es «¿cuál es el plan de recuperación específico para mí?».

Conocer los detalles de su postoperatorio (cuándo podrá levantarse, cuándo podrá comer, qué nivel de dolor es esperable y cómo se manejará) le da un mapa de ruta claro y reduce el miedo a lo desconocido. La información detallada y realista es una herramienta poderosa para el control de la ansiedad, un principio que muchos profesionales sanitarios enfatizan.

Nos esforzamos por ofrecer a los pacientes toda la información que necesitan antes de tomar una decisión. La información detallada sobre los pasos del proceso quirúrgico, el tiempo de recuperación y las expectativas realistas puede ayudar a reducir los niveles de estrés.

– Dr. Joaquim Muñoz, Cirujano

Confíe en que su cirujano ha elegido la mejor vía de abordaje para su caso. Su energía debe centrarse en entender y prepararse para el camino de la recuperación que le espera. Pida a su equipo médico que le explique los hitos del postoperatorio. Saber qué esperar le convierte, una vez más, en un socio activo y no en un sujeto pasivo de los acontecimientos.

Para consolidar su confianza, es esencial centrarse en lo que realmente importa: entender el plan de recuperación postquirúrgica diseñado para usted.

Su preparación para la cirugía es el acto de control más importante que puede ejercer. Al seguir estas indicaciones, no solo minimiza los riesgos físicos, sino que también construye una fortaleza mental que le permitirá afrontar el procedimiento con serenidad. Inicie hoy mismo su preparación activa y dialogue con su equipo médico como el socio informado y responsable que es, asegurando el mejor resultado posible.

Preguntas frecuentes sobre la preparación para una cirugía

¿Debo informar al anestesista si tomo infusiones naturales?

Absolutamente sí. Todas las plantas medicinales, infusiones y suplementos deben comunicarse en la consulta preanestésica, ya que pueden tener interacciones graves con los fármacos anestésicos.

¿Puedo tomar mi medicación habitual el día de la cirugía?

La mayoría de medicaciones crónicas (hipertensión, tiroides) se pueden tomar con un pequeño sorbo de agua hasta 1 hora antes. Su anestesista le indicará específicamente qué medicamentos mantener.

¿El citocromo P450 qué tiene que ver con las plantas medicinales?

Es el sistema hepático que metaboliza tanto fármacos como productos naturales. Cuando se saturan estas ‘autopistas metabólicas’, pueden producirse acumulaciones peligrosas de medicamentos.

Escrito por Elena García Romero, Médico de Familia y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública con 25 años de experiencia en el Sistema Nacional de Salud. Experta en geriatría, chequeos médicos integrales y navegación entre la sanidad pública y privada en España.